lunes, 9 de julio de 2012

Esta mañana no me ha sonado el despertador. Me despertó la luz entrando por mi ventana, pero acostumbrada a que amanezca a las cuatro, no le hice ni caso. No sé cómo, pero menos mal que me dio por mirar el móvil para ver cuánto tiempo me quedaba para dormir. Cuando vi que eran las 7:30 pensé "¿hora española?". No, no era hora española, así que me levanté corriendo intentando inventar una excusa en el tiempo de bajar las escaleras. Afortunadamente, nadie se ha dado cuenta. Todos estaban durmiendo menos Charlie (que todos los días me espera abajo a saber desde qué hora) y Hugh, que se estaba duchando.

Como ya os dije ayer, el plan de hoy era ir al Natural History Museum, lo que suponía coger dos trenes y dos metros. La verdad es que estaba un poco asustada porque era la primera vez que me adentraba con los niños en la gran ciudad, pero no ha ido tan mal. Antes de salir de casa fue un poco caótico, porque Tamsyn se levantó con el tiempo justo para ir al médico y yo tuve que estar con los niños, prepararles el almuerzo, la ropa...

El camino hasta el museo se me hizo corto, aunque los niños estaban ya cansados de tanto tren y andar. A Alannah, de hecho, le hacía rozadura el zapato, así que cuando llegamos, antes de entrar, nos sentamos en un banco, se tomaron un aperitivo y le puse a Alannah lo más parecido que tenía a una cremita para sus pies:  vaselina para los labios. Al menos, no seguiría rozándole.

En la entrada había una cola larguísima y ahí sí que se impacientaron un poco más y no paraban de colarse y hacer travesuras. Aunque a la gente parecía darle igual, estaban enamorados de Charlie. Todo el mundo me decía que qué guapo es (es que además, con la prisa, hoy me olvidé de ponerle las gafas).

Lo que más ganas tenían de ver eran los dinosaurios y la ballena gigante. Lo flipaban. Además, Charlie era súper valiente, incluso con el Tiranosaurio Rex gigante que se mueve. Alannah estaba más asustada, así que tuve que confesarle en el oído un secreto que sólo los adultos saben: en realidad, son sólo robots.

Cuando llevábamos una hora en el museo viendo dinosaurios y animalitos de tiesto, empezaron a penosear. Estaban dándole vueltas a un globo terráqueo y empezaron a pelearse. Charlie fue el primero en llorar, pero cuando logré consolarlo, llegó el turno de Alannah. Y, por supuesto, Charlie volvió a desconsolarse. Así que ahí estaba yo, en un museo con dos niños llorando (uno a cada mano) y todo el mundo mirándome. Son esos momentos en los que intentas poner tu mejor cara de "no pasa nada, son sólo rabietas de niños".

Al salir del museo, hicimos otra parada en un banco para que terminaran de tomarse su almuerzo. Charlie no quería comer nada y encima teníamos a una familia demasiado cerca haciéndole halagos a los niños, así que no podía regañarle. Lo intenté con todo y, al final, lo que funcionó fue "Close your eyes and open your mouth" (Abre la boca y cierra los ojos). También Alannah cuando estábamos llegando al Metro se cayó al suelo y se raspó la pierna, así que cogí un poco de agua y se la eché para aliviarle el dolor.

El camino de vuelta a casa se les hizo más corto porque iban comiéndose sus chuches por el camino y comentando las cosas que habíamos visto (Charlie también se tiró algún que otro pedo en el tren). Cuando por fin estábamos en nuestro barrio, justo dio la casualidad de que, al pasar por la puerta de Sainsbury's, vi a Tamsyn comprando, así que la esperamos. Por supuesto, las dos primeras cosas que le contaron fue: "Mummy, I've fell down" (Mami, me he caído); "Mummy, I've cried in the Museum" (Mami, he llorado en el Museo); "Mummy, Charlie hasn't eaten all his sandwiches" (Mami, Charlie no se ha comido todos sus sandwiches). Afortunadamente, ella los conoce mejor que yo.

De camino a casa, Alannah me dijo una de las cosas más bonitas desde que llegué a Londres. Estaban hablando de patatas fritas, así que Tamsyn les preguntó si querían cenar patatas mañana por la noche, que Hugh y ella saldrían a cenar fuera "Mummy, and Ana will put us in ours bed?!" (¡¿Mami y Ana nos meterá en la cama?!); "yes, she will" (sí, ella lo hará); "Yes!!!!! Mumy I love Ana" (¡¡¡¡¡Sí!!!!! Mumi yo quiero quiero a Ana), le dijo mientras salió corriendo a abrazarse a mí.

El resto del día ha sido bastante tranquilo. Mi idea era ir a la piscina o al gimnasio, pero me tendí en la cama a hablar con Damian y, cuando terminé, fui posponiendo el momento de cambiarme de ropa hasta que me quedé dormida. Mañana le he dicho a Tamsyn que me obligue a ir. ¡Ya os cuento!

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