miércoles, 11 de julio de 2012

El día de hoy ha sido tan tranquilo, que se puede decir que, prácticamente, no he trabajado. Por supuesto, me levanté a las siete de la mañana para preparar los desayunos a los peques, pero Tamsyn había quedado con Joe para ir con todos los peques al museo (al primero que fui con Charlie), así que tenía la mañana libre. Me fui a mi cuarto a seguir durmiendo, pero después de tres horas (no se fueron hasta las diez) ya me había espabilado y me quedé mirando cosas en el ordenador.

Llegaron cuando estaba empezando a preparar mi almuerzo. Todos menos Alannah, que se había quedado en casa de Isobel y Elliot. Tamsyn me dijo que a Charlie le daría el almuerzo y que luego lo acostaría a dormir siesta, así que tampoco tenía nada que hacer. Volví a irme a mi cuarto (hoy tenía muchas agujetas y hacía muy mal tiempo para salir sola a la calle así porque sí).

Unas dos horas y media después, Tamsyn me dijo que iba a ir a recoger a Alannah, que si podía despertar a Charlie en cinco minutos y llevarlo al parque si hacía bueno. Cuando fui a despertarlo, estaba tan dormidito que no había manera. Medio abría los ojos, hacía un ruidito y se daba la vuelta. Así que lo cogí en brazos y lo llevé dormidito al salón, donde siguió durmiendo acurrucadito conmigo en el sofá. No quería nada, ni chuchues, ni jugar, ni tele... sólo dormir. Y yo, que había tenido todo el día libre y no había pegado ojo, me estaba quedando frita también con él. En una de estas, se despertó y me dijo que quería una chuchue; pero, cuando se la comió, volvió a caer rendido. Al final lo salvó la tele. De todos modos, llovía tanto que el plan del parque estaba descartado por completo.

Con la cena bien. Se ponen muy tareosos y muy juguetones; pero cuando están solos conmigo, consigo que se la terminen toda. Y poco más, los bañé yo y se acabó mi jornada laboral. Pero hoy Hugh llegó temprano del trabajo, así que les dijo a los niños que podían ser ellos esta noche los que contaran la historia. Cogió un montón de disfraces, los puso en la habitación contigua a la de Charlie (la que será de Ruairi) y nos fuimos todos a tendernos el la cama de Charlie.

Primero le tocó a Alannah. El juego consistía en que iban a la habitación y aparecía con un disfraz para relatar la historia. La de Alannah trataba sobre la princesa de los animales; después apareció una bruja misteriosa con una máscara, que se había llevado a la princesa y a su cocodrilo; después vino una calabaza, que la mordimos y nos quedamos todos dormidos en la cama; y por último volvió a venir la princesa y nos dio a cada uno un beso para que despertáramos.

La de Charlie no tenía ni ton ni son, pero nos reímos muchísimo. Primero apareció vestido de mujer misteriosa con una máscara, que se quería llevar al cocodrilo. Después vino con una careta de una bruja feísima, que había hecho una sopa para que nos durmiéramos, luego vino de abeja que nos picaba pero nos curaba con sus cuernecillos, después de calabaza y, por último, apareció con el vestido de princesita.

Y por cierto, mi trabajo como au pair se consagra. Tamsyn me ha dicho que una amiga suya quiere que me quede con sus niños cuando ella no pueda, que me pagaría la hora a 7-8 libras. Así que el miércoles por la tarde tengo mi primera misión como nany de otros niños.

¡Buenas noches a todos! ¡Y feliz cumpleaños tito Juan!

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