Mi primer día como aupair en funciones de ama de casa ha sido todo un fracaso. Debe ser la falta de práctica pero, realmente, no me contrataría a mí misma para realizar labores domésticas. Quién me iba a decir que alguna vez subsistiría planchando...
El día comenzó de nuevo lluvioso. En las noticias decían que había sido el mes de abril con más precipitaciones en cientos de años. Pero, será porque ya estamos en mayo, cuando salimos a llevar a los niños al cole dejó de llover y, a pesar de que el día ha sido so cloudy (muy nuboso), no ha vuelto a caer una gota.
Mis días van cogiendo cada vez más una rutina, que la necesitaba. Me levanto a las siete, preparo el desayuno a los niños, el almuerzo a Alannah, los visto, me ducho, les lavo los dientes y la cara, llevo a Alannah al cole, recojo las habitaciones y hago las camas. Siempre con ayuda de Tamsyn. Después va dependiendo de los días de la semana y de lo que el tiempo (el atmosférico) nos permita hacer.
Hoy, Charley tenía nursery (guardería), así que me tocaba aspirar el suelo y planchar. Muy bien, era la primera vez que planchaba en mi vida. No ha estado tan mal, pero he sido bastante lenta... ¡¡Por donde quitaba unas arrugas, me salían otras nuevas!! Pero Tamsyn es tan buena que cuando ha pasado por mi lado me ha dicho que soy una gran ironer (planchadora).
Mi última tarea como ama de casa consistió en preparar la cena: la tan esperada tortilla española. Como todos sabéis, soy más de hacer recetas diferentes, ya que mi madre se encarga de las tradicionales, así que se podría decir que era mi primera tortilla hecha desde el principio hasta el final (aunque estuve ensayando a darle la vuelta antes de llegar a Londres). ¿Resultado final? La tortilla más fea del mundo.
The pan (la sartén) pesaba un quintal y, además, se pegaba toda la tortilla en el culo y cuando iba a darle la vuelta, se partía en dos. ¡Pero a Tamsyn le ha encantado! Me ha dicho que tengo que hacerla más a menudo. La verdad es que de sabor estaba exquisita... Y para arreglarlo, Tamsyn había puesto un poco de pan untado con mantequilla y yo me encargué de hacer de las mías y echarles orégano, queso rayado y ¡directo al horno! Estos inventos sí se me dan bien...
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