viernes, 4 de mayo de 2012


A veces, recuerdo lo agusto que estaba en mi oficina. Echo de menos conducir, subirme un vaso de agua a mi habitación por las noches, cantar. Echo mucho de menos cantar a pleno pulmón encerrada en mi cuarto mirando al espejo. Hoy Hugh estaba cocinando mientras escuchaba un poco de su música y envidié sentirme tan agusto como en casa.

Y es que hoy Hugh tenía un day off (día de descanso) en el trabajo. No sé muy bien si se suele hacer en Inglaterra, en su trabajo o si él mismo se lo ha inventado, pero ha tenido dos días de descanso para pasarlos con sus peques antes de que nazca el bebé: uno para Alannah y uno para Charlie. Con la peque estuvo el día antes de yo llegar viendo el Ballet y hoy tocaba día de aventura con Charlie.

La verdad es que nos ha venido de maravilla que Hugh descansara porque cuando él está en casa, parece que los niños se tranquilizan y reina una armonía envidiable. Y la primera hora de la mañana pintaba realmente mal...

Cuando me levanté, aún no había nadie en la cocina, así que me puse a preparar el desayuno para los peques. Cuando Charlie lo vio, empezó a llorar porque él quería elegir sus cereales; así que la madre apartó el plato y le dejó elegir. Cuando Alannah se terminó su cuenco, quería repetir (pero no quería el plato sobrante de Charlie) así que me llevé los dos cuencos a la cocina e hice un transbordo. A los pocos minutos, Charlie quería los mismos cereales que Alannah, pero su madre le dijo que yo ya se los había puesto y que él no los había querido. Al final, se los acabó dando...

La mañana estaba siendo tan insoportable, que los padres decidieron acostar de nuevo a Charlie (siempre se levanta temprano, pero hoy a las 5:00), sin embargo, desde el walky talky se le escuchaba husmear por la habitación. Cuando subí a ducharme, estaba bajando las escaleras. "Oh Charlie, where do you go?" (¿dónde vas?), le pregunté entre susurros mientras le acompañé a su cuarto. Pero no quería dormir, quería jugar conmigo. Le dije que me esperara, que iba a la ducha y luego jugaría con él, pero cuando iba a ducharme, empezó a llamar al baño. Así que me vestí y me acosté con él a leerle un cuento a ver si se quedaba dormido. Cuando terminé, le di un besito y le dije que me esperara en la cama, que volvería pronto. Me volvió a prometer que sí y, cuando iba a volver a entrar en la ducha, volvió a llamar. Así que me envolví en la toalla y le abrí. Quería hacer wee-wee (pipí) conmigo, pero la madre llegó en ese momento y se lo llevó del baño.

En cuanto a la niña, durante todo el día ha seguido teniendo la misma actitud conmigo. Estoy intentando, cuando eso ocurra, pasar y que sea ella la que venga a buscarme a mí. Pero es duro. Al menos, me dejó hacer sus homeworks (deberes) con ella. Por la tarde se pusieron a jugar en el jardín (donde, por cierto, hoy había una ardilla) ella y Charlie y me dejó totalmente claro que quería que fuera Charlie y no yo. Ojalá pudiera no hacerlo, pero es mi trabajo aquí; así que salí y me puse a jugar sólo con Charlie, a ayudarle a trepar por los árboles y a decirle lo bien que lo hacía. A los pocos segundos, ya me había ganado también a Alannah. El resto de la tarde-noche (como bien lo denominan los ingleses) hemos estado las dos jugando a un montón de cosas, riéndonos muchísimo y dándonos cariñito.

Como he dicho al principio, Hugh ha preparado hoy la cena: empanadas argentinas y un postre de chocolate delicioso ¡Por fin hemos podido disfrutar de una cena entretenida como la de los primeros días! Y me ha hecho mucha gracia enterarme de que Tamsyn loves (le encanta) Julio Iglesias. ¡No podía creerme como, mientras cenábamos, sonaba Cucurrucucú Paloma o Soy un truhan, soy un señor!

Mañana toca de nuevo día libre. Espero que el tiempo acompañe. Esta semana, realmente lo necesito... Y quién sabe, quizá hasta consigamos atrapar al ratón. Pero Tamsyn no le ha contado a nadie (al menos, delante mía) lo del nuevo inquilino en el salón. Empiezo a sospechar que están más acostumbrados de lo que me gustaría...

1 comentario:

  1. Gracias por pasarte xmi blog y dejar un comentario!
    no sabes la ilusion que me ha hecho descubrir tu blog.
    Me encanta leer tus aventuras inglesas porque yo también fui aupair hace unos años y quien sabes quizas vuelva a intentarlo!

    Un besin Guapísima y paciencia con los peques!

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