jueves, 17 de mayo de 2012

Siempre he odiado la rutina, pero cuando estás en un lugar extraño, lejos de tu casa y de tu gente, es necesario llegar a conseguirla para que los días sean mecánicos y no tengas tanto tiempo para echar de menos. Esta rutina, por su puesto, se puede (y se debe) saltar durante los fines de semana.

Desde que Tamsyn tuvo el bebé, exceptuando el primer día, la rutina de las mañanas ha pasado a ser tarea mía. Desayunos, almuerzo para Alannah, lavavajillas, llevar a Alannah al colegio... aunque hoy, como era jueves, Mave ha llevado a Alannah al cole y yo lo he sustituido por llevar a Charlie a la guardería. Yo sola, ¡mi primera vez!

A la vuelta de la guardería, aprovechando que estaba yo sola, fui a comprar al Salisbury's enorme una tarjeta para Tamsyn por haber tenido el bebé. En España sólo solemos comprarlas para poner los nombres de quienes han puesto dinero, pero aquí son esenciales en un regalo. Además, no sólo es que no las tiren; sino que, además, las ponen por la casa a modo de decoración. Cuando compré la tarjeta, vi que había también ropa de niños, así que vi mi ocasión pintada calva.




Para envolverlo, compré papel de regalo, pero olvidé el Fixo, así que he tenido que pegarlo con pegamento de barra y pegatinas de Alannah. Cuando terminé de envolverlo todo, llevé los regalos al salón y los coloqué en la mesa, a la espera de que llegaran los niños (tenía la foto, pero se vé que se ha enviado mal).

Por la tarde, antes del lunch y un poco después, Tamsyn tenía que ir a London Bridge a llevar a Hugh unos papeles del trabajo que había dejado olvidados en casa. ¡Era la primera vez que Ruari salía de casa! Tamsyn me avisó que llegaría un hombre a las 14:00 a hacer no se qué cosa de las paredes, que ella intentaría llegar a tiempo. No lo hizo.

Cuando llamaron a la puerta, yo estaba hablando con Damian por Skype y bajé a abrir a quien yo pensaba que sería un albañil o pintor. Venía vestido con traje. Resulta que era una especie de inspector, que venía a revisar la casa porque los vecinos de al lado quieren hacer reformas y necesitan saber si las casas de los lados están en buena situación. Su primera visita fue a mi cuarto (porque yo no encontraba las llaves del jardín), donde estaba mi ordenador y Damián al otro lado. Cuando el hombre empezó a pegar zapatazos en mi suelo, mientras describía el estado de mi habitación en una grabadora y Damián estaba viéndolo todo desde el otro lado, me entró la risa floja y me tuve que ir. La situación fue muy cómica.

Hoy Alannah ha tenido también sus momentos pasando de mí. Llegó con Mave y Romally del colegio y cogió su nuevo libro de colorear. Le pregunté que si podía ayudarla y me dijo que no, que era suyo. Y, acto seguido, le dijo a Romally que coloreara con ella. Cuando iban coloreando, yo les decía qué colores podrían quedar bonitos y Romally me seguía encantada al pie de la letra, pero Alannah siempre hacía lo contrario. Y, cuando Tamsyn fue a recoger a Charlie de nursery, Alannah empezó a llorar para poder irse con Romally (y para no quedarse conmigo). Realmente, estos momentos ya no me afectan, pero soy más feliz cuando me quieren.

Antes de la cena, tuve que bañarlos. ¡Me han vuelto loca! Metían la cabeza en el agua diciendo que eran submarinos, se echaban agua el uno al otro, salían corriendo escaleras arriba y abajo... así que tuve que cerrar la puerta con llave.

Después de que los niños cenaran, les di sus regalos. A Alannah, sobretodo, le ha encantado. Me ha dado las gracias más de una vez y vino a ponerse en mi regazo para preguntarme si lo había comprado en Londres o en España.

A la hora de nuestra cena, Tamsyn estaba muy cansada. Los niños dan mucho trabajo y el pequeño no para de llorar. Yo creo que no debe tener mucha leche aún la madre, porque una hora después de darle el pecho, mientras acostaba a los niños, empezó a llorar y yo le metí el dedo en la boca para ver si tenía hambre y me lo ha empezado a mamar dos o tres veces y se quedaba más calmado. Ha sido una sensación preciosa.

Me voy ya a la cama. Afortunadamente, hoy me he quedado despierta hasta más tarde porque, si no, Hugh se hubiera pasado la noche entera en la calle. Esta noche ha estado corriendo en una carrera en High Park y acaba de llegar a casa, pero había olvidado sus llaves. Por lo visto, lleva un rato largo llamando a la puerta, al teléfono y tirando piedras al balcón de Tamsyn, pero está tan dormida que no lo escucha. Y me ha mandado un mensaje diciéndome que por favor le abra la puerta!!! Pero ya todos están en casa, puedo dormir tranquila...


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