jueves, 24 de mayo de 2012

Realmente, es difícil encontrar una rutina en esta casa. Hoy, como todos los jueves, Mave (entiéndase que los nombres de las personas que no viven en esta casa, me invento cómo se escriben) debería haber llevado a Alannah al cole y yo a Charlie a la guardería, pero hoy la peque tenía algo así como el día del deporte en el colegio y sólo era de 10:00 a 12:00. Además, todos los padres podían ir a verlos (cámara en mano), así que Hugh ha entrado más tarde a trabajar (no es el típico padre guiri que se pierde la final de baseball de sus hijos) y se han ido toda la familia al evento. Yo también estaba invitada, pero como eso no cuenta como horas de trabajo, decidí quedarme en casa planchando.

Hoy el día ha vuelto a ser muy caluroso. Cuando terminé de planchar, me fui un rato a estudiar al jardín y apenas pude aguantar la calor. Que, por cierto, teniendo las puertas abiertas del jardín, precisamente por la calor, cuando llegué con el cesto de la ropa, el gato gigante que merodea por los jardines estaba a sus anchas en el salón. Quiero pensar que no estaba comiendo...

Cuando llegó Charlie del día del deporte, estuvimos jugando un rato y lo metí en la cama para la siesta (es otra persona por las noches cuando duerme siesta) y, cuando llegó Alannah de casa de Romally, nos fuimos los tres al parque. Ellos, con bicis y muñeca incluidas.

Desde que han aprendido a jugar a hacer una casita para los erizos, echando tierra, palos, hierba y flores, se ponen perdidos. Charlie se quita los zapatos, los utiliza de pala para coger más tierra, se limpia en la ropa, se echa tierra en la cabeza, se refriega los mocos por la cara con las manos de tierra... ¡Hoy estaba negro! Tenía costras de barro hasta en los ojos y la boca. De vez en cuando, hasta tenía que decirle que abriera la boca y sacara la lengua para quitarle la tierra. La gente hasta nos mira por la calle. Pero está súper gracioso y él se mea cuando se ve en el espejo. Hoy no se lo podía creer, se quedo boquiabierto un rato. Y el agua del lavabo cuando los limpié antes de la cena estaba más puerca que nunca. Y lo peor es que empapan la esponja para beberse el agua.

A la vuelta del parque, Alannah ya no quería su bici. Como pesa y es muy incómoda de llevar le dije que se montara, pero no quería. Así que le dije que vale, la solté y seguí para adelante. Me gritó que no, así que logré convencerla. La pobre no quería montar en bici y la llevaba a cuestas. Como vio que yo estaba enfadadilla, me preguntó si hoy había sido mala o buena y se me rompió el corazón y le dije que ella siempre es muy buena, y le di un besito. Pero la verdad es que tiene un genio que no veas. Hoy, estaba intentando escalar por unas cuerdas y había un niño más mayor meneándolas y le gritó "Stop it!" (¡Para!). El niño siguió haciéndolo por unos segundos para no parecer un gallina, pero se fue de momento.

Y hoy tengo una buena noticia. Tamsyn me ha dicho esta mañana que ha estado hablando con Hugh y que that's fine (está bien), que puedo volver a España en junio. Sería del 21 al 30, más de lo que esperaba, así que ya tengo comprado el vuelo de ida (¡El mismo que el de mis padres!). Por otra parte, me ha dicho que en mi última semana de trabajo, en octubre, como se casa su hermana en Irlanda, no llevarán a los niños y que si me parece bien que venga la madre de Hugh y nos quedemos las dos con ellos, también con el bebé. Así que podríamos llamarlo el examen final donde pondré toda la carne en el asador, o todos mis conocimientos como au pair adquiridos.

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