martes, 8 de mayo de 2012

El bebé aún no ha nacido. Estoy empezando a acostumbrarme a una rutina que no sé exactamente cuánto tiempo más durará. Al menos, espero que sirva para que los peques se hagan a mí y acepten que, en algunos momentos, tendré que hacer las cosas que, hasta ahora, siempre había hecho su madre. Aunque también debería acostumbrarse Tamsyn.

Creo que le va a costar mucho trabajo delegar su papel de madre hagolotodo en mí. Esta mañana, por ejemplo, cuando estaba preparando el desayuno a los peques (hoy todo iba bien), cuando eché los cereales en los bols, ya estaba ella sacando la leche para echársela y poniendo el zumo y el Actimel encima de la mesa. Luego, saco el pan para preparar el lunch a Alannah y, y ya está ella poniéndole la mantequilla y el queso... A veces, sigo sin saber muy bien cuál es mi papel...

Por primera vez, hoy he llevado yo sola a Alannah al cole y, además, he tenido que llevar también a Romaly (su vecina y amiga pelirroja, que tiene una madre muy amable y a la que le robé el patinete sin querer).

Parece que los pequeños están más relajados. Hay momentos en los que se ponen insoportables siempre, como Charlie cuando tiene que subir a lavarse los dientes o cuando tiene que salir de la bañera. O durante la cena, que cuando se levantan a hacer wee-wee (pipí) ya no hay vuelta atrás. Han decidido que no van a probar más bocado por ese día.

Después de llevar a Charlie a la guardería, me ha tocado pasar las aspiradora por las escaleras y los dormitorios. Y hasta la tarde, cuando Alannah ha llegado del colegio con Isobel y Elliot, he tenido tiempo de descanso. A veces, pienso que me deberían haber tocado cualquier otros niños, porque todos me quieren más que los míos. Elliot, por ejemplo, me adora. Su madre me ha dicho que a todo el mundo le llama Ana y nunca me deja tranquila, siempre me está llamando para que juegue con él.

Los martes, Alannah toma la cena temprano para luego ir a Ballet (también los martes siempre suele venir alguna amiga de Alannah a comer a casa). Hoy me ha tocado a mí llevarla mientras Tamsyn recogía a Charlie de la guardería (es que me sé el camino de ida pero no el de vuelta). Mientras esperábamos para que entraran a Ballet, Alannah ya estaba harta de mí y, una vez más, tomó la actitud pasota conmigo. Pero, poco a poco, voy sabiendo cómo actuar en esas situaciones. Ella no quería jugar conmigo pero sus amigas (incluso las desconocidas para mí) se lo pasaban pipa mientras les hacía tonterías; así que sólo jugaba con ellas (ya os digo que todos me quieren más que los míos propios).

La noche ha sido tranquilita. Después de que los niños estuvieran en la cama y nosotros hubiéramos cenado,  Hugh quiso llevarme al gimnasio para enseñármelo. Es gigante. Tiene máquinas, piscina, pistas de tenis, clases de yoga, pilates, sppining... Quizá la semana que viene empiece a ir para hacer un poco de ejercicio y despejarme en mis ratos libres. Ellos me han sacado (y pagado) el abono y puedo ir cuando quiera.

Quizá mañana sea el día que nazca el bebé. Tamsyn estaba muy dolorida de la espalda esta noche, así que puede que nos dé la sorpresa. Yo estoy un poco triste, mi hermano ha encontrado un trabajo en Tarragona por casi cuatro años y se va en dos semanas. Aún no puedo creer que posiblemente este sea el final de la etapa de mi vida en la que mis padres, mi hermano y yo vivíamos juntos, comíamos juntos y veíamos la tele juntos mientras nos echábamos unas risas. Debo concienciarme de que en estos años mi vida va a dar un giro de 360 grados... (¿hola? ya lo ha hecho, estoy viviendo en Londres).

1 comentario:

  1. Oye me alegro por tu hermano q tal y como esta la cosa asegurarse cuatro años es dificil...y tu animo un besote.

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