martes, 29 de mayo de 2012

Al final hoy no ha sido tan malo como pensaba ayer. Imaginaba que, al estar aquí su tia y su abuela, los niños pasarían de mí como lo habían hecho la tarde-noche anterior (he introducido el concepto tarde-noche en mi vida. Entiendo que lo llamen así, es aún por la tarde pero se van a la cama). Cuando se levantaron, estuvimos llenando sus cuencos de cereales y luego empezamos a jugar subiéndonos a las sillas y a la mesa (creo que los consiento demasiado).

Hoy, tocaba recoger a Romally para llevarla también al cole. Antes de salir de casa, la abuela de Alannah le preguntó si quería hacer pipí, pero no tenía ganas... hasta que estábamos en mitad del camino al cole y ya no se podía aguantar. Así que la puse a hacer pipí entre dos coches y la limpié con la servilletita de flores del almuerzo de Romally.

Después de llevar a Alannah al cole, llevé a Charlie a la guardería, aspiré las habitaciones y los baños y me fui a estudiar al parque. Es un gustazo estudiar en el solecito, delante del lago lleno de patos y con las ardillas correteando a mi alrededor.

La tarde la he tenido tranquilita, sólo he tenido que bañar a los peques y llevar a Alannah al ballet donde, a la salida, de nuevo se hacía tanto pipí que no podía esperar y tuve que quitarle el body y ponerla en unos setitos. Cuando terminó, corrió a toda velocidad para alcanzar a Romally.

Al llegar a casa, Alannah quería darle un beso de despedida, pero ella le vacilaba claramente y se iba en su patinete riéndose, así que Alannah se volvió entre triste y mosqueada. Así que cuando Romally fue finalmente a darle un beso, Alannah no quería. Tendríais que haberlas visto, parecían de novela (Tamsyn siempre llama a Alannah Queen of drama, la reina del teatro/drama). La cosa llegó tan lejos que, de repente, las dos salieron corriendo, se empujaron y Romally trincó a Alannah por los pelos hasta que Mave y yo salimos corriendo y logramos separarlas.

Cuando llegamos de nuevo a casa, aunty Jackie (tita Jackie) se despidió para volver a su ciudad. De nuevo, somos sólo seis y la abuela, que es un encanto. Lo único malo de conocer a gente nueva una y otra vez es que siempre me preguntan las mismas cosas y siempre tengo lo mismo para responder. Aunque estoy avanzando mucho con la comprensión del inglés.

Mañana, Hugh y Tamsyn celebran su aniversario, así que volveré a hacer de baby sitter. Os mantendré informados. ¡Buenas noches!

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