sábado, 2 de junio de 2012

Creo que Londres ha dejado de sorprenderme. Las primeras semanas no podía parar de decir una y otra vez "qué bonito es Londres" y ahora paso por los lugares más emblemáticos sin ni siquiera mirarlos. No obstante, hoy hemos visto Westminster desde otra perspectiva y sigue siendo realmente precioso, pero nuestros días de turismo por la ciudad se han acabado. Hoy, de hecho, aprovechando que el día era de nuevo invernal, hemos pasado toda la tarde en un Starbucks y en un Mc Donalls. Como lo oís. Pero empecemos por el principio.

Por la mañana coincidí con los niños cuando bajé a desayunar. El tiempo decía que hoy volvería a hacer frío y que había posibilidades de precipitaciones por la noche, así que aproveché para estrenar la falda larga que me compré en las últimas rebajas y que aún no me había atrevido a ponerme. Pero no me sentía muy cómoda, así que le pregunté a los peques si les gustaba. Les encantaba. Sobretodo a Alannah, que no paraba de pedirme que diera vueltas para que la falda volara. "Why don't you wear this skirt everydays?" (¿por qué no te la pones todos los días?). La verdad es que hoy han dejado hasta de ver los dibujitos para venirse a la cocina conmigo. Lo nunca visto.

Hoy el plan era bastante nulo. Al ser el primer día del fin de semana del Jubilee Diamond pensábamos que habría muchas cosas por las calles, aunque no hubieramos visto nada por Internet. Así que improvisaríamos. El primer sitio de quedada era High Park, donde siempre se celebra todo, pero había una fiesta para padres e hijos (previo pago), donde estaría Fireman Sam, Peppa Pig... Por lo que nos fuimos a Trafalgar Square, pero además de un escenario, una pantalla gigante y guiris con banderas, sombreritos, caretas de la Reina y niñas con vestidos de frunces estampados con la bandera, no había nada. Así que nos fuimos a comer a China Town.

Así, más anécdotas que pueda contaros de cosas que hemos visto, en una tienda con una marca de gaviota (en La Cañada hay una, me acordé mucho de Damian porque le encanta esa tienda) había un ejército de tios buenorros en calzoncillos y las niñas de quince años chillando y haciéndose fotos. Manon estaba dispuestísima a posar con ellos también, pero a mí me daba mucha vergüenza. Y luego en la zona del London Eye hemos visto a los dobles oficiales de William y Kate. De primeras me he quedado impactada, porque la he visto a ella y me creía que era la verdadera; pero luego lo he visto a él y ya he visto que se parecía pero no era, y me he acordado de que salieron en la tele cuando la boda.

Como el tiempo no mejoraba y no teníamos nada que hacer, buscamos un Starbucks para pasar la tarde en la terracita. Nos tomamos un café, se sentaron veinte desconocidos en nuestra mesa (porque no quedaban mesas vacías y aquí se ve que no hay reparo en eso)... y ahí seguíamos. Hasta que empezó a refrescar. Así que buscamos un Mc Donalls para seguir dándole a la sinhueso. Nos hemos tirado otras dos horas con dos botellas de agua y unas patatas fritas. Nos vamos a hacer famosas en todos los Mc Donalls de Londres, porque hoy también había un muchacho español limpiando y, cuando nos íbamos, nos ha dicho de broma: La próxima vez voy a tener que cobraros más caro.

Pero es lo que hablaba con Manon, en España no siempre apetece hacer planes originales, ni todos los findes te echas fotos (ya se pasó la etapa "foto Tuenti"). Es como cuando quedáis en el piso de alguna amiga a tomar algo mientras veis la tele y cotilleáis. Sólo que nosotras no tenemos a dónde ir y tenemos que mendigar sillas donde sabemos que no nos echan. Cuando nos ha parecido excesivo nuestro tiempo en el Mc Donalls (cuando estaban cerrando la planta de abajo, donde estábamos), nos hemos ido a Victoria Station a sentarnos en un banquito y a seguir charla que te charla.

La vuelta a casa ha sido peor. Ha empezado a llover con fuerza y me he ido mojando durante los 15 minutos que separan la estación de la casa. Iba en sandalias. Cuando he llegado a casa, estaba chorreando; así que Hugh me ha mandado a darme una ducha caliente. Ha sido un poco vergonzoso, porque estaban con unos amigos en el salón y he aparecido yo con esas trazas.

Mañana, el día grande del Jubilee, estará pasado por agua. Desde mi cama puedo escuchar cómo llueve cada vez con más fuerza.

En Inglaterra son las 1:33, debería plantearme seriamente el dormir, pero aún no se han ido los amigos de Hugh y Tamsyn y están formando muchísimo jaleo. Empiezan a ponerme nerviosa. Buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario