jueves, 26 de abril de 2012

Ya llevo una semana en Londres. En realidad, se me ha pasado volando; aunque por otra parte, me siento como si llevase aquí mucho tiempo y, a la misma vez, algunos momentos se me hacen muy cuesta arriba. Es una mezcla muy grande de sentimientos.

Pero hoy, estoy satisfecha con mi progreso en Londres. Por la mañana volvió a ser un poco difícil, estos niños son realmente llorones (¿realmente? estoy empezando a tener influencias del inglés en mi vocabulario). Cuando tocaba lavarse los dientes, Charlie me lo puso muy muy muy difícil. Cuando se ponen cabezotas, sólo saben llorar diciendo "I don't want to" <No quiero> (eso del to después del want lo he aprendido aquí en Londres). Se puso tan tan cabezota, que me mosqueé y le dije que muy bien, que no se lavara los dientes, pero que no volvería a ser su amiga nunca más (I won't be your friend anymore) y me bajé a mi habitación. A los dos minutos, estaba buscándome para decirme que se había lavado los dientes él solito. Oh, good boy! (Buen chico).

De camino al cole de Alannah (del cual, me sé el camino de ida pero no el de vuelta), estaba lloviendo de nuevo. Así que cogimos el carrito y nos fuimos lo más rápido posible (Tamsyn dice que siempre llegan tarde). Al llegar, paró de llover, pero a Charlie le gusta tanto mi paraguas de fresa que se lo abrí para que lo llevara cogido y apenas tardó medio minuto en caerse al suelo encima del paraguas y doblarle el palo. Mi pobre paraguas me ha durado just a week (justo una semana). Se sentía tan culpable, que se lo contaba a todo el mundo con el que nos cruzábamos: I've broken the Ana's strawberry umbrella (he roto el paraguas de fresa de Ana).

Pero ahora tocaba hacer andando el largo camino hasta la guarderia de Charlie y, cómo no, empezó a llover de nuevo. Mi panorama era desolador: el paraguas no se quedaba arriba porque se había perdido el pincho y no paraba de cerrarse, el palo estaba completamente doblado y se me ponía para atrás con el viento. Pero me reí mucho. La verdad es que hace bastante frío. Me acuerdo mucho de mi padre porque siempre me dice que me abroche las chaquetas y nunca le hago caso, pero aquí no me queda más remedio...

Cuando dejamos a Charlie en la guarde, Tamsyn y yo nos fuimos al centro a comprar ropa para el bebé. Tamsyn me dijo que no era necesario, que sólo la acompañase si quería, pero la verdad es que me apetecía pasar un rato tranquilo con ella para conocernos un poco mejor y practicar inglés. Y fue una magnífica idea. Me ha dicho que en junio irán a Irlanda a enseñarles el bebé a sus familiares, así que iré a conocer un nuevo país. Hooray! (¡Hurra!)

La tarde ha sido bastante tranquilita. Tuve descanso hasta que una vecina y amiga trajo a Alannah del cole, así que me bajé para estar con ella. No quería ni verme. Le dije que se viniera conmigo al salón, que iba a dibujarle una princesa (se lo llevaba prometiendo desde que, por Skype, le enseñé los dibujos de Bob Esponja y de Fireman Sam), pero sólo quería entrar en el baño, que estaba su madre duchándose. Así que me bajé de todos modos a dibujar porque sabía que, en cuanto lo viera, se quedaría conmigo. ¡Me salió chulísimo! Aunque luego ella lo coloreó a su manera... (a ver si pudiera enseñaros alguna foto). Así que, cuando terminamos el dibujo, le dibujé un Fireman Sam a Charlie para darle la sorpresa cuando llegara de la guarde, que Tamsyn había ido a recogerlo. Le encantó.

Cuando Charlie lo vió, no podía creérselo. Así que se subió encima mía y nos pusimos a ver fotos de Sam en mi ordenador. Y después les puse algunos capítulos en Youtube. Esta noche, Tamsyn había quedado con la amiga que os he comentado antes (que es súper amable y educada), así que su hija (de la edad de Alannah) y su bebé estaban allí con nosotros. Todos encima mía viendo los dibujos. Nos lo hemos pasado muy bien.

Ha sido muy guay porque los peques van cogiendo más confianza conmigo y, cuando lloran, ya se consuelan también si los cojo yo (aunque nombren a su madre) y, cuando se hacen daño, vienen a que les dé besitos (al menos hoy, quién sabe mañana...). Además, hoy he enseñado a Alannah a dar besos de mariposa (butterfly kisses) ¡y le han encantado! Crucemos los dedos para que todo siga así...

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