viernes, 27 de abril de 2012

Casi sin darme cuenta, ya es otra vez fin de semana. En estos momentos, estoy sola con los niños en la casa, pero esta vez, los padres se han encargado de llevarlos a la cama antes de salir a cenar. Así que mi trabajo ahora mismo consiste en que si los escucho llorar o necesitan a alguien, aquí estoy yo.

Esta mañana comenzó muy divertida. Nada más despertarme y bajar a la cocina, me encontré a Charlie solo sentado en el suelo y rodeado de una caja entera de cereales derramada. Oh, Charlie, what have happened? (¿qué ha pasado?). Pero no pude evitar reirme.

El día ha vuelto a ser insoportablemente lluvioso y el camino hasta el colegio de Alannah, horrible. Aun no tengo paraguas, así que tuve que ir empapándome todo el rato. A los pocos minutos de salir de la casa, Charlie se calló de su scooter y fue a parar directo a un charco. Así que Tamsyn tuvo que salir corriendo a cogerlo en brazos y yo me adelanté con Alannah que, una vez más, llegaba tardísimo al colegio.

Mi tarea de hoy era jugar con Charlie por la mañana, pero Tamsyn había quedado con unas amigas para tomar un café en su casa y se llevaron a sus pequeños (de dos y tres años), así que me vi jugando con tres granujillas que se peleaban por los juguetes y que se meaban de risa cuando repetía las mismas tonterías una y otra vez.

Como por la tarde seguía lloviendo, fuimos en coche con los peques a un parque interior de toboganes y bolas para que corretearan. Tamsyn dice que no le gusta que estén todo el día encerrados en la casa. Y sí, nada más llegar, dejó de llover y salió el sol. Aunque bueno, los niños se lo han pasado muy bien. Charlie mejor que Alannah. La pobre, a los pocos minutos de llegar, se tiró por un tobogán altísimo y salió volando. Además, después vino dos o tres veces llorando porque I always follow Charlie and Charlie never follows me! (yo siempre sigo a Charlie pero Charlie nunca me sigue)Los gritos de Alannah diciendo Charlie, watch this! (¡mira esto!) se escuchaban por todo el parquecito, pero Charlie estaba tan entusiasmado con todo, que no quería compartir su momento con nadie, ni mucho menos perdiendo el tiempo mirando.

En el camino de vuelta, Tamsyn compró polos para todos. Hacía años que no me comía un polo de agua con palito y ¡no sabía lo que me estaba perdiendo!

Con los niños, estoy cada día un poquito más cerca. Esta tarde, por ejemplo, Alannah se ha echado encima mía mientras veíamos los dibujitos en el sofá y nos hemos quedado las dos fritas.

Os dejo una foto de nuestra obra de arte (me siento culpable haciendo fotos destrangis cuando no hay nadie en la casa. ¡Periodista tenía que ser!)


¡Buenas noches! Hoy voy a dormir con unas medias enrolladas en mi cabeza a modo de antifaz. ¡Deseádme suerte!

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