domingo, 22 de abril de 2012

Quedar con Manon en Londres supone todo un juego de estrategia. Aquí no podemos decir "A las 10 en el arco de la Avenida" o "nos vemos en el Woman Secret de calle Larios". Lo que supone quedar en la estación de London Bridge o Waterloo es, como hoy, una hora intentando encontrarnos. Pero no os preocupeis. Al final, resulta divertido.


Hoy tocaba dar un paseo por la zona de Tower of London, London Bridge y St. Paul's Cathedral (estas últimas, no pude verlas lo bien que me hubiera gustado cuando vine a Londres hace dos años).




Pero hoy era especial, porque había una maratón por todo Londres. Así que allí estábamos nosotras, en primera fila animando a los corredores "come on!" (vamos), "keep going!" (sigue adelante). La verdad es que era entretenido, porque había muchísimos participantes (el número más alto que vimos fue el 56.082) y todo el mundo les animaba. Especialmente, a los que iban disfrazados, se auto-animaban o eran de alguna organización.




Había tanta gente por la calle que, de repente, estábamos encerradas y no podíamos llegar a ningún pub para tomar el lunch y la cola para colarse en la cola del metro, era más larga que la cola real (valgan todas las redundancias). Al final, conseguimos cruzar de acera dando un rodeo gigantesco y llegamos a un pub al que me encantaría llevaros alguna vez. Seguramente, algún día fuera una estación de metro...

Como casi todos me habéis dicho que en Londres me acostumbraré a beber cerveza, hoy he forzado la situación y me he pedido un vasito (nada de pintas), "the softer" (la más suave), pero sólo me ha servido para arruinarme la apetitosa comida. Al final, sólo me he bebido un cuarto. Y porque estaba sedienta.


Y, después de un día "caluroso" y "soleado", llegó la tempestad. Los días en Londres son así. No sirve de nada mirar las previsiones meteorológicas. De pronto hace calor, como hace frío; de repente está soleado, como empieza a llover. Y el ciclo se repite una y otra vez. Así que volvimos a repetir en un Starbucks y, cuando el tiempo mejoró, nos fuimos por Oxford Street a ojear tiendas, hasta que llegamos (sin quererlo) a High Park.

No os voy a engañar. Lo mejor del día han sido las ardillas. Miles y miles de ardillas (aún no entiendo cómo mi hermano pudo volver de Londres sin haber visto ninguna...). Os dejo una relación de ardillas (son todas diferentes). Y dejádme que se las dedique a mi hermano. Cuando venga a verme, ¡veremos millones!






(A mí también se me acercaban las ardillas tanto como a Manon, pero yo me cagaba de susto y salía corriendo chillando. Unos turistas chinos que había se meaban).

Y bueno, esta noche ya he hecho un planing con Tamsyn para toda la semana, así que ya empezaré a tener un poco más de rutina, aunque siga despertándome a las 6:30. Estoy nerviosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario