martes, 7 de agosto de 2012

Un día cualquiera con los niños se va convirtiendo en aventurillas. Además, no sólo los grandes me van queriendo más, Ruairi ya me conoce y se ríe mucho cuando le digo cositas y se calma enseguida cuando lo cojo en brazos. Y, entre ellos, son muy graciosas las preguntas que hacen los niños sobre el bebé (que, por cierto, hoy me he enterado de que su segundo nombre es Hugh): "Mummy, can I marry Ruari?" (Mami, ¿me puedo casar con Ruairi?); "Mummy, what about to cut Ruairi's hair?" (Mami, ¿qué te parece si le cortamos el pelo a Ruairi?); "Mummy, what's happens if we cut Ruairi's head off?" (Mami, ¿qué pasa si le cortamos la cabeza a Ruairi?)... u otras frases de otros días como "Mummy, can Ruairi have some treats?" (Mami, ¿puede comer Ruairi chuches?); "Mummy, why doesn't Ruairi play normal games?" (Mami, ¿por qué Ruairi no juega a juegos normales?); "Mummy, will be Ruairi alive forever?" (Mami, ¿Ruairi va a estar vivo para siempre?).

Cosas de niños, pero tienen muy buen corazón. Hoy por ejemplo, Alannah, para que su madre no tuviera que trabajar mucho, me pidió que le echara un vaso de agua y con un pañolito de papel estuvo mojándolo y refregándolo por el suelo como si estuviera fregando. Lo puso todo pringando. Y luego, para secarlo un poco, cogió el trapo de la cocina (con el que nos secamos las manos, los platos y los cubiertos) y lo pasó por la suciedad mojada.

El plan de hoy ha sido ir al parque de Herne Hill, de nuevo. La diferencia ha sido que esta vez no han querido ir ni al playground ni a las fuentes y prefirieron quedarse jugando en el tronco de todos los días a las mamás y a los papás. Y, en una de estas que estábamos fingiendo comernos la cena (spaghetti hechos a base de hierba y tierra), Charlie se la metió de verdad en la boca y tuve que salir corriendo a darle agua para que escupiera. Y, en el camino de vuelta, de nuevo llorando y discutiendo porque los dos se querían sentar en la parte delantera del carro, se me ocurrió de broma que Alannah podía sentarse y coger en brazos a Charlie. Y así hicieron todo el camino.

Donde ha sido imposible mediar ha sido en la hora del baño. Venga a gritar y a llorar uno y el otro porque si uno quería jugar a que vendía limonada y la otra le quería quitar la jarra, que si el otro le salpicaba a la una, que si te odio, que si no pienso jugar contigo más en la vida... Y luego los tios, para quitarse el llanto de la cara, se limpiaban los mocos en mi camiseta. Y, como les pareció muy divertido, venga a hacerlo los dos una y otra vez y a echarme saliva también en la camiseta. Por si no era suficiente. Y del llanto, a la alegría extrema. A Alannah, justo después del baño, a la hora de la cena, le entro un pavo impresionante. Encima era muy gracioso, porque no paraba de decir pastelosidades que habría sacado de alguna de las pelis que ve, super motivada. En plan de pidiendo matrimonio al estilo rococó, frases como te siento fuertemente en mi corazón... Y todo eso, acompañado de gestos en plan poeta.

Y nada, sobre cosillas que no sean de los niños, en mi tiempo de descanso he estado en el gimnasio. Le estoy dando fuerte a las piernas y al pompis, ya levantando 35 kilos en cien repeticiones. Y también puedo contaros que Tamsyn me ha regalado unas Converse naranjas, que decía que le están pequeñas y que iba a darlas a la caridad; pero que se acordó de mí y que quizás a mí me venían y me gustaban. Aquí las tengo en mi cuarto. Definitivamente.

¡Buenas noches a todos! Os dejo con algunas fotos del sábado de la feria donde estuvimos.




1 comentario:

  1. Me ha matado la niña con lo del melodrama!! xDD Por dios, si es muy pequeña jajaja tuvo que ser todo un show...

    Lo de ls preguntas inocentes de los niños es lo mejor, el mio mayor ya casi no las hace (tiene 9 años) pero la niña acaba de cumplir 5 y de vez en cuando te salta alguna de esa!!

    Jo, que suerte! yo tb quiero que mi hostmum me regale converse!!! *-*

    Un besoooo

    ResponderEliminar