miércoles, 15 de agosto de 2012

Bueno, tarde o temprano llegaría el día en el que fuera dejando el blog para otro momento. Estoy agotada, ayer fue un día más largo de la cuenta, desde por la mañana hasta la noche, y cuando llegué a casa y esperé la cena, ya era demasiado tarde. He pensado que voy a posponer lo de escribir a mis ratos de descanso para así poder dormir antes. Aunque veo que esto del blog va en decadencia. Espero aguantar los dos meses que me quedan...

Digo que el día de ayer empezó antes que de costumbre porque a las 6:50 me despertó Alannah andando por mi habitación para meterse conmigo en la cama. La verdad es que no me importa, porque simplemente le hago un huequito y hablamos de cosas. Ayer me preguntó que si ya me quedaba poco tiempo aquí y le dije que cuando volviera de España me quedarían sólo cinco semanas "Well, five weeks is more than two" (Bueno, cinco semanas es más que dos).

Y con Charlie fue chulo porque estuvimos buscando entre todos todos los chupetes que tiene repartidos por la casa para meterlos en un sobre y mandárselos a la Dummy Fairy (el hada de los chupetes), para que se los dé a niños que los necesiten. Hoy, de hecho, van a poner el sobre debajo de la almohada de Charlie y mañana se encontrará un regalito en su lugar, a lo ratoncito Pérez, pero Tamsyn ya lleva más de una semana preparándole poco a poco para este día. La pobre ya no sabe qué hacer para que deje el chupete antes de empezar el colegio. Él se lo pasa bomba con todo esto del hada de los chupetes, pero seguro que mañana  seguirá llorando porque lo quiere y se le olvidará que le ha hecho un cambio al hada mágica.

La cuestión es que ayer íbamos a ir a visitar a Isobel y Elliot a su nueva casa, en Little Hampton, un pueblecito pequeño a dos horas de casa. Imaginaos el coche: Tamsyn y yo delante y tres sillitas de bebé atrás. Cuando llevábamos veinte minutos de viaje, Alannah ya estaba preguntando si habían pasado dos horas y a los cinco minutos empezó a llorar diciendo que le dolía mucho la espalda. Cuando empezó a toser,  abrimos corriendo las ventanillas del coche, pero ya era demasiado tarde y empezó a vomitar. Tamsyn se paró en la primera bocacalle que había y, cuando la sacamos del coche, siguió vomitando un poco más; pero decidió que quería ir a ver a Isobel en lugar de volver a casa.

Cuando reanudamos la marcha, el tráfico nos dejó parados durante una hora porque había un camión roto en mitad de la carretera y, cuando al fin lo pasamos, Ruairi se despertó y empezó a llorar porque tenía hambre, así que tuvimos que parar en una estación de servicio para que Tamsyn le diera el pecho y los niños hiciesen pipí. Total, que al final el viaje de ida duró más de tres horas y, cuando salimos del coche y vimos a Isobel, Alannah empezó a llorar y le vomitó en el porche de la casa nueva y en todo el camino hacia el cuarto de baño. Tamsyn dice que vomitaba de tanta emoción por ir a ver a su amiga; yo simplemente creo que se había mareado.

La verdad es que la casa es enorme y preciosa, a pesar de que aún le faltan muchos muebles. Cuando llegamos, me puse a jugar con los niños en el play room (La habitación de jugar) y después nos fuimos al jardín para que saltaran en la cama elástica. Jo, la madre, me dijo que Elliot estaba deseando verme, que por la mañana le había dicho que me quería mucho y, cuando lo vistió le dijo "Mummy, am I handsome? Because Ana is very beautiful" (Mami, ¿estoy guapo? Porque Ana es muy guapa). Me hizo muchísima gracia. Imaginaos, cumplió dos años hace un par de meses.

Después de jugar, los niños se tomaron el almuerzo y luego fue nuestro turno. Por la tarde, fuimos un rato a la playa, que estaba a cinco minutos andando. La verdad es que, más que playa con gente tomando el sol y bañándose, es una zona donde el mar se une con la tierra, con muchas algas, el suelo de piedras y la gente paseando a los perros con ropa; pero se agradece ver el mar. Nos pusimos un par de toallas para sentarnos, las niñas se fueron a buscar conchitas pequeñas y bonitas y los niños a coger las más grandes que veían. En su búsqueda, se metieron en el mar por las rocas, ropa y zapatos incluidos, y Jo que llevaba chanclas tuvo que ir a por ellos, que ya estaban llegando muy lejos. Yo lo estaba pasando fatal por mis Converse blancas.

Cuando eran las cuatro, Tamsyn dijo que teníamos que irnos, pero Alannah empezó a llorar muchísimo porque no quería montarse otra vez en el coche; así que, para mi desgracia, decidieron que nos íbamos cuando los niños cenaran para que así no hubiese tráfico y los peques fuesen dormidos en el coche. Así que nos tiramos un rato más en la playa. Charlie y Elliot empezaron a jugar en el único trocito de playa donde había arena (mojada) y no se les ocurrió otro juego que salpicarse el uno al otro y echarse puñados de tierra (porque eso no era arena de playa) encima. Teníais que haberlos visto. Chorreando de arriba a abajo, toda la ropa pringando de arena y toda la cara y el pelo marrón.

Cuando volvimos a casa de Isobel y Elliot, Jo les dio una ducha, les prestó pijamas y se pusieron a cenar los cuatro unos nuggets de pollo con patatas fritas y guisantes. Cuando terminaron, eran más de las seis y media y, entre una cosa y otra, salimos más tarde de las siete. Por suerte, ya no había nada de tráfico y los niños tardaron poco en quedarse dormidos, por lo que fue un viaje mucho más tranquilo; a pesar de seguir tardando dos horas en volver y que se nos hiciera muy tarde.

Al llegar, metimos a los niños en la cama y Tamsyn preparó la cena para nosotras y Hugh. Ya os he contado alguna vez el gusto de esta familia por la comida picante, que hay veces que es imposible de comer. Pues imaginaos cómo era la de ayer que hasta a ellos se les caían las lágrimas y tuvieron que ir a recargarse las pintas de agua dos o tres veces. Yo no podía más, y eso que esta vez tuve que retirar a un lado las rodajitas de chili... Tamsyn nos pidió hasta perdón, pero bueno, ella repitió y todo. El pobre Ruairi hoy tiene que estar viendo las estrellas cada vez que come.

¡Mañana os cuento mi día de hoy! Espero que no sea mucho relío para vosotros.

2 comentarios:

  1. me encantaaa tu blog! no lo dejes la verdad que me voy a Alemania! en pocos días así que leí las primeras entradas, para ver algo de como eran los primero días! y me ha encantado todo gracias por escribir jeje ayuda mucho eso de ver otras experiencias!

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  2. Hola,

    He leído tu blog entero y es de los mejores, eres precisa, divertida, sincera y escribes sin falta de ortografía, jajaja. No dejes de escribir, por favor.
    Me gustaría saber si estarías de acuerdo para responder a un cuestionario sobre las chicas aupairs.
    Mi idea es hacer un libro para la aupair, que sepa bien lo que le espera, resolver sus dudas, intentar ser una respuesta en caso de problemas, dar trucos para entretener a los niños, para entender mejor a las familias.
    Y hacer exáctamente lo mismo para las familias, o sea otro libro para ayudar a las familias a recibir una aupair, hacerla sentirse en casa, resolver los problemas si los hay, intercambiar y aprender todos de cada uno, etc.
    Te dejo mi email para que me contactes: idtranslations@hotmail.es
    Y mi blog por si te interesa: http://homeschool-sweet-homeschhol.blogspot.com.es
    Si conoces a otras chicas, sería genial pasarme sus datos o mandarles directamente el cuestionario.
    Muchas gracias por tu respuesta,
    Isabelle

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