jueves, 9 de agosto de 2012

Esta mañana no he necesitado el despertador. De repente, escuché unos pasos en mi habitación y, cuando abrí los ojos, estaba Alannah a mi lado. La subí a mi cama mientras me desperezaba y estuvimos hablando hasta que me sonó el despertador, cinco minutos después, y otros cinco minutos después de que sonara, porque Charlie estaba abajo esperando a que bajara para ponerle el desayuno. Alannah me preguntó que qué cosas hacía cuando yo tenía un año y le estuve contando y ya ella empezó como siempre a hablar casi sin respirar, contándome lo que hacía ella a los uno, a los dos, a los tres...

Pero estaban hiperactivos. Cuando terminaron de desayunar, no se les ocurrió otro juego que empezar a sacar todos sus juguetes y amontonarlos en el suelo de la cocina. Cuando Tamsyn ya se puso seria y tuvieron que dejar el juego, llegó el momento de recogerlo. Por supuesto, no querían. Yo empecé a ayudarles, pero Tamsyn me pidió que no lo hiciera (si yo, en vez de su au pair, hubiese sido su madre, tampoco lo habría hecho), así que empezaron a hacerlo ellos de aquella manera. Cuando volví de la ducha, ya estaba todo recogido, pero Alannah me confesó que Charlie había pasado tres kilos.

El día de parque, muy muy duro hoy. Como hacía calor y Charlie adora la arena, con la piscinita y las fuentes, decidimos ir allí; pero ahora Alannah decía que lo odiaba y que no quería. Algún día haré el camino yo sola y lo cronometraré para deciros con más exactitud, pero de un camino que se puede tardar veinte minutos andando, tardamos mas de hora y media. Y venga pararse a llorar, que si lo odia, que si se quiere ir con su madre, que si no es justo... Ya, hasta un hombre que estaba sentado en el césped le regañó (le gritó "Eh, enough!") y cuando lo miré con cara de incrédula, me guiñó un ojo.

Cuando por fin llegamos, se pusieron a jugar con el cubo y la pala en la arena. Un niño no paraba de mirarles y me preguntó muy educadamente que si podía jugar con ellos. Para mi sorpresa, después le vi todo el cuerpo lleno de lo que podría ser con toda probabilidad varicela, pero ya era demasiado tarde para echarlo. Y, por lo demás, Charlie perdido por ahí jugando con el cubo y agua; Alannah conmigo jugando a que ella tenía una tienda de limpiar el cuerpo y me echaba agua en los pies, en las piernas, en los brazos, en la cara... Y perdiendo por ahí la pala y el rastrillo, que tuve que perseguir a algunos niños pequeños que se los llevaban para jugar para no perderles el rastro. Ahora entiendo lo que sentían las madres cuando Charlie y Alannah también lo cogían prestado.

Y el camino de vuelta, igual, pero del revés. Ahora era Charlie el que no paraba de llorar porque no se quería ir. Por suerte, tenía el carrito y no tardamos tanto en volver a casa, pero estaban agotando mi paciencia por completo. Y, por supuesto, hoy otra vez todo el camino con Alannah cogiendo en brazos a Charlie en el carro porque ninguno de los dos quiere dar su brazo a torcer y sentarse detrás. Que, al final, lo terminarán rompiendo.

Pero hoy, de verdad que estaba completamente agotada. De hecho, en el gym me ha costado muchísimo hacer lo mismo que hago todos los días.

Y por la noche, cuando íbamos a empezar a cenar, abrieron la puerta de la calle y adivinad quién era: la prima de Tamsyn, sin avisar y sin llamar a la puerta. Sí, la prima pelota que me vio en el tren y ni me saludó. Así que cuando hoy ha venido a hablarme pastelosa, le he contestado pasando un poco de ella. Total, que al final Tamsyn le ha preguntado que si quería cenar y se ha cogido un plato y aquí que se ha quedado. Lo bueno que tiene que en esta casa gusten tanto las visitas es que tampoco tienen ningún inconveniente en que yo traiga invitados. así que mañana también se quedará Manon a dormir porque aprovecharemos para salir de marcha, teniendo en cuenta que será nuestro último fin de semana juntas en Londres. ¡Os escribo el sábado entonces! ¡Felicidades a mi primo Ignacio en adelanto!

Y, por cierto, el diario de ayer lo he escrito esta misma tarde. Está justo debajo, por si queréis también verlo. ¡Buenas noches!

No hay comentarios:

Publicar un comentario